Nosotros

Este sencillo consejo se convierte en la consigna y guía de todo lo que hacemos en Chocolate Sibö. 

Desde las primeras conversaciones sobre el proyecto de fabricación de chocolate en el 2004, mi padre me pidió crear un modelo de negocio que requería una fuerza positiva —no solo para mí y mis colaboradores, sino para mi patria adoptiva— Costa Rica.

“Costa Rica ha sido muy buena contigo”, me dijo. "Haz algo que sea bueno para el país". Con esto en mente, mi socio, Julio Fernández y yo, iniciamos esta empresa en el 2007. Parte fundamental de su ADN: un compromiso con la responsabilidad social y las prácticas sostenibles.

Desde entonces, Chocolate Sibö se ha dedicado a crear oportunidades de empleo, revivir una industria en abandono e incentivar la creación de correctores biológicos que conectan nuestras áreas protegidas, todo esto a través de la producción de chocolates artesanales. Con el tiempo pudimos detectar que es posible crear un modelo de negocio exitoso, con algo más que simplemente el afán por hacer dinero. Lo más importante es tener una visión clara y un compromiso con producir algo de calidad mundial y un deseo genuino por complacer a nuestros clientes.

A lo largo de los años hemos aprovechado muchas oportunidades para contribuir a nuestra industria, compartiendo nuestro modelo con chocolateros emergentes ( https://ecolechocolat.com/en/costarica-cacao.html ) y mejorando los procesos pos cosecha con nuestros proveedores ( https://www.facebook.com/ChocolateSibu/videos/246953475963237/ ). Junto a un grupo de colegas del gremio, fundamos el ICACAO (Instituto Costarricense del Chocolate y el Cacao) https://www.facebook.com/ICACAOCostaRica/?modal=admin_todo_tour ) y participamos en el desarrollo de las normas de calidad para la industria cacaotera a nivel nacional INTE / ISO 2292: 2020

Por otra parte, estamos comprometidos en apoyar a los agricultores y artesanos costarricenses. Es por este motivo que, en la medida de lo posible, solo utilizamos los mejores y más frescos ingredientes locales. En algunos casos nosotros mismos los producimos. También ofrecemos espacio dentro de nuestras pequeñas tiendas, artesanos innovadores y comprometidos con la misma filosofía de sostenibilidad que practicamos.

Nos satisface saber que hemos logrado poner la calidad y la sostenibilidad por encima de toda otra consideración, en el proceso de elaboración de un excelente chocolate, que está dando a conocer a Costa Rica en el nivel mundial, como un país productor de chocolate fino.

CALIDAD Y ESTÁNDARES DE SOSTENIBILIDAD

Nuestro compromiso con la sostenibilidad no se limita simplemente a una ética ambiental.  Creemos que para que estos esfuerzos tengan un alcance a largo plazo, las empresas sostenibles deben beneficiar a todas las partes involucradas (agricultores, artesanos, colaboradores y los mismos consumidores).  Comprando localmente a precios justos, generando empleos bien remunerados y ofreciéndole al consumidos un producto de excelente calidad, sano y sobretodo delicioso.

ENTRENAMIENTO EN CONTROL DE CALIDAD

En Chocolate Sibö contamos con un equipo de profesionales entrenados por el Instituto Nacional de Aprendizaje (I.N.A.) en Buenas Prácticas de Manufactura. Todos los colaboradores están certificados en el área de manipulación de alimentos y se siguen estrictos protocolos que garantizan la inocuidad y trazabilidad de nuestros productos.

Uno de nuestros directores ha completado el curso de degustación de cacao y chocolate, patrocinado por La Universidad Nacional y ha sido invitado a formar parte del panel de degustadores del país.

CATIE (2010 - 2011)

Para apoyar el trabajo innovador en la generación de variedades de cacao más resistentes y productivas que benefician a los productores de cacao a pequeña escala, Sibö Chocolate dona el uno por ciento de sus ventas de barras de chocolate al Centro de Agricultura Tropical y Educación Superior ( CATIE). Con sede en Costa Rica, CATIE alberga uno de los bancos genéticos más importantes del mundo para el cacao, incluyendo especies raras y silvestres.Visite http://www.catie.ac.cr/es/productos-y-servicios/colecciones-bancos-de-germoplasmas/coleccion-internacional-de-cacao

Fundación Corcovado  (2008 - 2016)

Sibö Chocolate dona chocolates finos para la recaudación anual de fondos de la Fundación Corcovado para beneficiar su programa de protección de tortugas marinas en la península de Osa. Obtenga más información sobre los programas http://www.corcovadofoundation.org/ http://www.corcovadofoundation.org/

Reciclaje y Compostaje 

Todos los alimentos compostables de nuestro restaurante se convierten en fertilizantes orgánicos en las instalaciones que alimentan nuestro huerto de verduras y hierbas. Para minimizar la basura, reciclamos plástico, aluminio y vidrio, así como cajas de cartón y papel que se mezclan con fibra de cacao para hacer nuestras cajas únicas de papel de cacao (ver arriba). También utilizamos un sistema de recolección de agua de lluvia para abastecer de agua en nuestros baños y hemos sustituido nuestra iluminación por tecnología led con el fin de reducir nuestro uso de energía y agua.

Fundación Neotropica  (2012)

Donaciones de un dólar estadounidense por barra de chocolate se asignaron al programa de protección de humedales de las Fundaciones Neotropica a través de las ventas en los supermercados Auto Mercado como parte de la campaña "Endulce su día por una buena causa". El programa trabaja con las comunidades para crear conciencia sobre la relación entre los humedales y el bienestar de las personas. Visite https://neotropica.org

Carbon Offsetting 

Durante años, Sibö Chocolate compensó las emisiones de dióxido de carbono producidas mientras entregaba sus chocolates, a través del Programa Aliados Cambio (ACC), una iniciativa costarricense que busca ayudar a las empresas a contrarrestar las emisiones de dióxido carbono que contribuyen al cambio climático. El programa permite a las empresas calcular su producción de carbono y donar fondos de manera consecuente para proyectos de reforestación en Costa Rica. Visite https://www.programaacc.org/

NUESTRO CACAO

En Chocolate Sibö trabajamos de forma artesanal utilizando solamente cacao costarricense de la variedad Trinitario. Este es un cacao de excelente calidad, aromático y de muy buen sabor. A nivel mundial solo un 12% del cacao que se comercializa pertenece a esta categoría. Actualmente todo el cacao que utilizamos, proviene de tres regiones del país (ver descripciones a continuación). Trabajamos en estrecha colaboración con los productores, a quienes les pagamos un promedio de 25% por encima de los precios del mercado local. Esto, con la condición que el cacao sea de excelente calidad y que se apeguen a prácticas agrícolas sostenibles.

TALAMANCA  

Bordeando las montañas de Talamanca y el río Bananito se encuentran dos pequeñas fincas de cacao que nos ofrecen granos formidables, fermentados y secados por la familia Gaitán, gente buena y trabajadora que se ha dedicado a este cultivo por generaciones. Algunos de los árboles de estas fincas tienen más de 40 años, y nos sorprenden con notas de sabores inusuales que no se encuentran en los cacaos más comerciales que se cultivan actualmente en otras regiones.
Perfil de sabor: HERBAL, con frutos secos y tapa de dulce.

Brunca 

En la cercanía del Parque Nacional Piedras Blancas en la región del Pacífico sur de Costa Rica, encontramos algo realmente especial: una finca remota que produce una cantidad muy limitada de cacao con notas de criollo. Esperamos poder seguir experimentando por mucho más tiempo con este cacao tan excepcional. Por el momento nos complace ver que cada lote que recibimos ,nos sorprende con agradables sabores complejos y un final prolongado.
Perfil de sabor: Notas de especias, fruta roja y finalizando con nuez

TURRIALBA 

En medio del exuberante valle fluvial de Turrialba, no muy lejos del Parque Nacional Guayabo y a la sombra de hermosos cedros tropicales, se encuentra una finca modelo de cacao. Aislada de otras plantaciones, la familia Zeuner ha estado produciendo excelente cacao siguiendo estrictos estándares de calidad, que nos deleita sus inconfundibles notas de nueces.
Perfil de sabor: Nueces, notas de caramelo y café

¿Como empezamos?

Tres años. Ese fue el tiempo que perdieron al historiador Julio Fernández Amón y al periodista George Soriano para atreverse a dejar la seguridad de sus empleos en Costa Rica y realizar el sueño de producir chocolate. Irónicamente este paso lo tomaron justo antes de que se diera la gran recesión del 2008.

A pesar de todo, e ignorando los consejos de amigos y familiares, la pequeña empresa progresó gracias en parte al optimismo de sus dueños así como una buena dosis de ingenio. De esta manera nació Chocolate Sibö. Tres principios fundamentales para llevar a cabo el proyecto fueron: que el cacao tuvo éxito en Costa Rica y de manera orgánica, pero sobre todo que el chocolate requirió ser de excelente calidad que pudiese competir con las mejores chocolaterías del mundo, de no ser así, tanto esfuerzo sería en vano.

Los años antes de salir al mercado fueron dedicados a la investigación y al estudio. Primero había que conocer la historia del cacao y el chocolate, así como comprender las tendencias del mercado a nivel mundial. Para esto es necesario devorar muchos libros sobre el tema así como muchas libras de chocolates de diversos orígenes. Finalmente vino un intenso entrenamiento práctico para lo cual se desplazará a Francia, Italia y Bélgica donde aprendió las técnicas de elaboración bajo la guía de reconocidos maestros chocolateros.

Tras su regreso a Costa Rica, comenzó la búsqueda por el mejor cacao producido en el país. Este fue uno de los desafíos más difíciles porque no solo se busca la excelencia en la calidad sino que además son serios de manera orgánica. Esto los llevo a una recorre los rincones más remotos del país en ambas costas probando cacao y conociendo productores. Finalmente lo encontramos en el litoral del Caribe costarricense. Bajo la sombra de los árboles de laurel y las matas de plátano se tienen una plantación familiar donde crecen arboles portadores de cacao fino. Esta era una finca modelo en la que los productores eran expertos en el proceso de fermentar, secar y tostar el cacao.

Una vez que encontraron la materia prima, Julio y George se convirtieron a trabajar en la cocina. Llegamos al momento de transformar las grandes ideas en chocolates de verdad. Para esto contaban tan solo con unos pocos utensilios y un pedazo de mármol que un amigo les regaló para que tengan temperar el chocolate.

Con la idea de combinar sabores inusuales, George comenzó a experimentar con hierbas, especias y frutas tropicales. Así surgieron sus primeros bombones, nuestros resultados fueron sorprendentemente deliciosos. Estas recetas incluyen trufas de chocolate blanco con limón y semillas de culantro, o caramelos de jengibre y leche de coco cubiertas de chocolate negro. La inspiración también vino de los ingredientes naturales disponibles en el país y de los registros históricos escritos sobre el chocolate desde tiempos precolombinos y coloniales.

Mientras tanto, Julio trabajo en el empaque.  Debido a sus convicciones ambientalistas estos debían ser hechos con materiales reciclados y reciclables y el uso del plástico debía ser reducido al mínimo. Sus experimentos los llevaron a elaborar las cajas con las cascaras de las semillas de cacao, que son desechadas en el proceso de fabricar el chocolate. Hasta entonces Julio había estado pintando a mano los detalles en cada una de las simples cajas, algo que recuerda con una mezcla de nostalgia y hastío.

Como director creativo, Julio comenzó a decorar las creaciones de George con motivos precolombinos usados por los antiguos habitantes de Costa Rica. La idea era reclamar el origen mesoamericano del chocolate. Cada bombón debía contar una historia tanto en su sabor como en su diseño. Hoy esos primeros bombones exclusivos se han expandido a una gama de 16 sabores, desde el ganache de maracuyá en chocolate negro hasta las trufas de lavanda y miel de abeja.

                     

La producción de barras de chocolate siguió en el 2009, lo cual introdujo la floreciente compañía a la exportación de chocolate. Esta parte del negocio sería especialmente gratificante en la medida en que fue colocando a Costa Rica en el mapa de chocolate de alta calidad. En la actualidad Chocolate Sibú cuenta con una colección de diez barras de chocolate que van desde el 82%  de chocolate negro para los que prefieren el chocolate más puro, hasta las atrevidas combinaciones de barras como el Chai Spice con chile picante y el Coffee-Toffee de café y sal marina en chocolate de leche.

En el 2011 comenzaron los tours de degustación, estos surgieron de su deseo de compartir su pasión por el chocolate y su convicción por la sostenibilidad en los negocios. Con ingenio y franqueza,  los dos propietarios comparten sus ideas y experiencias en su intento de “subir la barra”  del chocolate en Centroamérica.  Ellos esperan que cada visitante se lleve una experiencia inolvidable pero que además  los motive a reflexionar sobre la relación entre la cultura y la comida, la comida y el ambiente, y el impacto sobre la economía y la ecología cuando decidimos lo que queremos consumir.  El tour también busca inspirar a las personas a ser creativos y a no tener miedo de seguir sus sueños.

En el 2014, Chocolate Sibö tuvo la satisfacción de abrir  su segunda tienda, ubicada en Sabana Norte, un barrio cerca del centro de San José. Esta es la primera sucursal donde  los clientes pueden armar su propia caja de bombones y disfrutar de otros productos de chocolate, además de los bocadillos.

Ese mismo año, Chocolate Sibö abrió al público la terraza en su taller situado en San Isidro de Heredia,  donde se puede venir a almorzar o merendar por las tardes rodeados de hermosos jardines en un ambiente de paz. La especialidad del Café/Jardín son los deliciosos postres y la comida casera.

En el 2015, Chocolate Sibö continúa expandiendo su línea de chocolates y transformando los granos del mejor cacao costarricense en finos chocolates desde su taller en las montañas de San Isidro de Heredia. A lo largo de los años los ideales que dieron origen a esta empresa siguen siendo los mismos lo único que ha cambiado es el chocolate que cada día va mejorando.

En el año 2016, Sibö dio la bienvenida a los nuevos socios Alfredo Echeverría y Luis Quesada como parte del equipo de Chocolate de Sibö. Ese año, la compañía invirtió en nuevos equipos de fabricación de chocolate con mayor capacidad para prepararse para el crecimiento de las ventas tanto a nivel local como internacional. También abrió un nuevo espacio de producción y trasladó su tienda a la  zona de Escazú en San José.

Los siguientes años estuvieron llenos de nuevos retos a medida que nuestros productos ingresaron a las cadenas de supermercados, hoteles se dieron exportaciones hacia los Estados Unidos y Japón.  Desde entonces hemos incursionado en la producción de chocolates sin azúcar, atendiendo específicamente a un creciente mercado de amantes del chocolate con dietas restringidas.

En este momento, mientras el país y el mundo entero enfrentan la pandemia del coronavirus, Chocolate Sibö nuevamente tiene que responder a nuevos retos. A solo unos días de declarada la pandemia, abrimos nuestro tercer local en el moderno distrito gastronómico de Barrio Escalante y trasladamos la fábrica de chocolate de Escazú s un local más amplio. Esta no es la primera vez que enfrentamos grandes retos y debemos reinventarnos como compañía. Enfrentamos la actual crisis con el mismo optimismo y convicciones que siempre nos han caracterizado, así como con una  actitud de solidaridad hacia todos nuestros colaboradores, proveedores y el país en general.

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